Algoritmo de soporte nutricional

La mejor comida para los pacientes de la UCI

La desnutrición se ha definido como un «estado resultante de la falta de captación o ingesta de nutrientes, que conduce a la alteración de la composición corporal y de la masa celular del cuerpo, así como a la disminución de la función física y mental y al deterioro de los resultados clínicos de la enfermedad». Especialmente en el caso de los pacientes médicos multimórbidos, existen múltiples estudios de investigación que relacionan la desnutrición con resultados clínicos adversos, independientemente del tipo de enfermedades agudas y crónicas. Es importante destacar que los ensayos recientes han demostrado que la desnutrición es, de hecho, un factor de riesgo modificable, y que las intervenciones específicas de apoyo nutricional individualizado iniciadas en el momento del ingreso hospitalario tienen efectos positivos sobre el riesgo de complicaciones, la mortalidad, los resultados funcionales, la rehospitalización y la calidad de vida. Comprender el uso óptimo del apoyo nutricional en pacientes con enfermedades agudas es complejo, ya que el momento, la vía de administración y la cantidad y el tipo de nutrientes pueden afectar el resultado del paciente. El objetivo de esta revisión narrativa es proporcionar una guía práctica para la evaluación y el tratamiento pragmáticos y basados en la evidencia de los pacientes médicos hospitalizados con riesgo nutricional. Por lo tanto, nos centramos en el cribado, la evaluación del paciente, la definición de los objetivos nutricionales individuales y las intervenciones de apoyo nutricional que ayudan a los pacientes a alcanzar estos objetivos.

Directrices de nutrición para cuidados críticos 2021

Numerosos factores pueden impedir la administración de la nutrición enteral y parenteral a los pacientes en la unidad de cuidados intensivos. A menudo hay una discrepancia entre lo que se prescribe y la entrega real de nutrientes. El objetivo de este estudio era comprobar el efecto de un algoritmo de soporte nutricional en una unidad de cuidados intensivos utilizando principalmente la vía enteral y, en caso necesario, combinando la nutrición enteral y parenteral.

En este estudio prospectivo, se recogieron datos nutricionales de pacientes críticos alimentados de forma rutinaria (controles, n=21) durante los tres primeros días tras el ingreso en la unidad de cuidados intensivos. A continuación, se aplicó un algoritmo de soporte nutricional y se recogieron datos nutricionales de los pacientes críticos que participaron en esta intervención (grupo de intervención, n=21). Los datos recogidos incluían la cantidad total de calorías prescritas frente a las recibidas, el inicio de la administración de la nutrición enteral, la nutrición enteral frente a la parenteral y el uso y tamaño de las sondas de alimentación enteral.

A los pacientes del grupo de intervención se les prescribieron y recibieron cantidades significativamente mayores de nutrientes que los pacientes del grupo de control. También recibieron una mayor proporción de nutrientes en forma de nutrición enteral. Además, el algoritmo de apoyo nutricional condujo a una mayor consistencia en las prácticas de enfermería con respecto a la aspiración del contenido gástrico y la tasa de incremento de la alimentación enteral.

Alimentación de pacientes críticos

El propósito de este ensayo es evaluar la eficacia y la seguridad de la implementación de un Algoritmo para el soporte nutricional enteral en comparación con la práctica estándar habitual en pacientes hospitalizados no críticos: Algoritmo ASNET.

Los algoritmos para el soporte nutricional enteral, también llamados protocolos, se han desarrollado e implementado en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de todo el mundo para mejorar el suministro de calorías y proteínas a través de la nutrición enteral (NE), aumentando la proporción de pacientes que reciben una cantidad óptima (80-85% de sus necesidades de energía y proteínas), y disminuyendo la deuda calórica y proteica. El algoritmo incluye diferentes diseños e intervenciones, la variabilidad del diseño se debe a que el algoritmo se adapta a las necesidades locales.

La razón principal para la implementación del algoritmo es la tasa de subalimentación (recibir <80% de los requerimientos prescritos de energía y proteína) como resultado de numerosas causas 26% consideradas eventos evitables, y la variación de la práctica clínica. Existe un consenso universal de que la NE es la principal vía artificial para el aporte de macro-micro nutrientes, viene con la novedad «si el intestino funciona, úsalo o prepárate para perderlo». Las pruebas demuestran que la NE es más fisiológica y que cuando los pacientes reciben la cantidad óptima de NE los resultados clínicos (duración de la estancia hospitalaria, mortalidad y tasas de infección) pueden disminuir significativamente. En promedio el 74% de los pacientes en la UCI que recibieron NE están subalimentados, en México el 71% de los pacientes hospitalizados con NE en áreas no críticas están subalimentados, recibiendo sólo el 61% de sus requerimientos energéticos durante su hospitalización.

Algoritmo de soporte nutricional del momento

El estudio cuasi-experimental se llevó a cabo en una Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital universitario de la región de Anatolia central en Turquía de junio a diciembre de 2008. Los pacientes se dividieron en dos grupos iguales: el grupo histórico fue alimentado en aplicaciones clínicas rutinarias, mientras que el grupo de estudio fue alimentado según el algoritmo nutricional enteral. Antes de recoger los datos, se formó al personal de enfermería de forma interactiva sobre la nutrición enteral y el algoritmo de soporte nutricional. La nutrición del grupo de estudio fue dirigida por las enfermeras. Los datos se registraron durante 3 días de atención. Se utilizó el SPSS 22 para el análisis estadístico.

Los 40 pacientes del estudio se dividieron en dos grupos iguales de 20 (50%) cada uno. La ingesta energética del grupo de estudio fue del 62% de las necesidades energéticas prescritas el primer día, del 68,5% el segundo y del 63% el tercero, mientras que en el grupo histórico se cumplió el 38%, el 56,5% y el 60% de las necesidades energéticas prescritas. La energía consumida por el grupo histórico el primer, segundo y tercer día fue significativamente diferente (p=0,020). En el grupo de estudio, los niveles de proteína total y albúmina en suero disminuyeron significativamente (p<0,05), pero los niveles de prealbúmina y de glucosa en sangre en ayunas no se modificaron el 1º y el 4º día. En el grupo histórico, ninguno de los parámetros séricos cambió. Las complicaciones inducidas por la nutrición enteral y la duración de la estancia en la unidad de cuidados intensivos no fueron significativamente diferentes entre los grupos (p>0,05).

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