Compresion vascular

Compresión vascular del estómago

La compresión vascular se refiere a un grupo de síndromes de los nervios craneales. Cuando los nervios craneales salen del cerebro, recorren una corta distancia a través del líquido cefalorraquídeo antes de salir del cráneo. En el líquido cefalorraquídeo también viajan los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro y los nervios. Si ambos se enredan, los vasos sanguíneos pueden comprimir los nervios y provocar una disfunción.

El nervio trigémino es el quinto nervio craneal y proporciona sensibilidad a la cara. La compresión del nervio trigémino da lugar a la neuralgia del trigémino, o dolor nervioso de la frente, la mejilla, la mandíbula o el ojo. A menudo se describe como un dolor punzante o de choque. Puede desencadenarse con un ligero toque o una ráfaga de viento en la cara. También se han descrito como desencadenantes el hablar, masticar, afeitarse, etc.

El nervio facial es el séptimo nervio craneal y proporciona los movimientos de expresión facial. La compresión del nervio facial provoca movimientos faciales involuntarios llamados espasmo hemifacial. Esto implica movimientos incontrolados de la mitad de la cara. Estos espasmos pueden interferir en la capacidad de los pacientes para conducir, leer, trabajar y socializar. El impacto en la calidad de vida es considerable. Al principio, los espasmos afectan al ojo, pero a medida que la enfermedad avanza, se extienden a la parte inferior de la cara.

Compresión vascular del nervio trigémino

ResumenLos síndromes de compresión vascular abdominopélvica incluyen una variedad de afecciones poco comunes caracterizadas por la compresión extrínseca de los vasos sanguíneos por parte de estructuras anatómicas adyacentes (es decir, el síndrome del ligamento mediano arcuato, el síndrome del cascanueces, el síndrome de May-Thurner) o la compresión de las vísceras huecas por parte de los vasos adyacentes (es decir, el síndrome de la arteria mesentérica superior, la obstrucción de la unión ureteropélvica, los síndromes de compresión vascular ureteral, la biliopatía portal). Estos síndromes pueden diagnosticarse de forma inesperada incluso en pacientes asintomáticos y las condiciones anatómicas predisponentes pueden descubrirse incidentalmente en exámenes de imagen realizados para otras indicaciones, o pueden manifestarse con síntomas abdominales atípicos y complicaciones agudas, que pueden dar lugar a una morbilidad significativa si no se reconocen. Aunque la tomografía computarizada (TC) es una técnica no invasiva precisa para su detección, el diagnóstico sigue siendo un reto debido a la presentación clínica poco común y a las características de imagen que a menudo se pasan por alto. Se pueden realizar imágenes dinámicas para evaluar a los pacientes con síntomas inconstantes que se manifiestan en una posición específica. El objetivo de este artículo es revisar los hallazgos de las imágenes de TC de los síndromes de compresión vascular abdominopélvica, correlacionándolos con las variantes anatómicas, y proporcionar las características clave para el diagnóstico por imagen no invasivo.

Tipos de síndromes de compresión vascular

Objetivo: Proponer el término «síndrome de compresión de la arteria vertebral» para describir un grupo de pacientes con una variedad de síntomas clínicos causados por la compresión de la arteria vertebral de la médula o la médula espinal.

Métodos: Realizamos el estudio prospectivo de casos en un hospital universitario de enseñanza. Se reclutaron 11 pacientes que cumplían los criterios diagnósticos del síndrome de compresión de la arteria vertebral y 22 controles emparejados por edad y sexo. Se evaluaron y registraron la presentación clínica y los hallazgos radiológicos de los pacientes con síndrome de compresión de la arteria vertebral. Se midió el diámetro de la arteria basilar a nivel de midpons en imágenes de RM ponderadas en T2 y se comparó entre ambos grupos.

Resultados: Se observó compresión medular en 10 de 11 pacientes. La presentación clínica más frecuente es el mareo, el vértigo, el desequilibrio o la ataxia, seguidos de la debilidad de las extremidades. Se observó una compresión medular cervical en un paciente que presentó dolor de cuello y debilidad en la pierna izquierda. El diámetro medio de la arteria basilar fue similar entre los pacientes y los controles (3,95 ± 0,41 frente a 3,81 ± 0,43 mm).

Tratamiento de compresión vascular

La compresión vascular se refiere a un grupo de síndromes de los nervios craneales. Cuando los nervios craneales salen del cerebro, recorren una corta distancia a través del líquido cefalorraquídeo antes de salir del cráneo. En el líquido cefalorraquídeo también viajan los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro y los nervios. Si ambos se enredan, los vasos sanguíneos pueden comprimir los nervios y provocar una disfunción.

El nervio trigémino es el quinto nervio craneal y proporciona sensibilidad a la cara. La compresión del nervio trigémino da lugar a la neuralgia del trigémino, o dolor nervioso de la frente, la mejilla, la mandíbula o el ojo. A menudo se describe como un dolor punzante o de choque. Puede desencadenarse con un ligero toque o una ráfaga de viento en la cara. También se han descrito como desencadenantes el hablar, masticar, afeitarse, etc.

El nervio facial es el séptimo nervio craneal y proporciona los movimientos de expresión facial. La compresión del nervio facial provoca movimientos faciales involuntarios llamados espasmo hemifacial. Esto implica movimientos incontrolados de la mitad de la cara. Estos espasmos pueden interferir en la capacidad de los pacientes para conducir, leer, trabajar y socializar. El impacto en la calidad de vida es considerable. Al principio, los espasmos afectan al ojo, pero a medida que la enfermedad avanza, se extienden a la parte inferior de la cara.

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