El ojos de vallecas

La turra: brothermark

Cuando se habla de los millennials, se tiende a pensar que todos son iguales y tienen las mismas oportunidades. ¿Cómo son las cosas para los jóvenes que viven en Vallecas, el barrio con la mayor tasa de desempleo juvenil de Madrid, por ejemplo? Para averiguarlo, fui a visitar La Kalle, una organización cultural que se dedica a ayudar a los jóvenes a encontrar su camino.

Para nuestro proyecto YoTambien, nos sumergimos en los temas del Yo!Fest @ el EYE2018, el mayor festival político liderado por jóvenes de Europa, para explorar los temas que más importan a los jóvenes. Este artículo se centra en el tema «reclamando un reparto justo».

Todos están ya dentro del aula donde normalmente se enseña mecánica informática. Hay ocho chicos y cinco chicas. Pero hoy, la clase será diferente. Uno de sus compañeros, Asser, ha preparado una presentación. «Esto es serio, así que no hay que andarse con rodeos. Voy a hablar de la guerra de Siria», dice, sin dudarlo, con un bonito acento árabe y con la seriedad de quien parece llevar toda la vida hablando en público. Aunque sólo tiene 18 años, parece mayor, pero la gorra negra que lleva al revés nos devuelve al presente. De repente, todo el mundo guarda silencio. «Vinimos aquí desde Siria porque ya no podíamos vivir allí. Vivíamos entre los muertos y sufrimos la desaparición de muchos de nuestros primos. No se puede crecer con miedo», dice.

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«Las vidas de los hombres suelen retorcerse como las raíces del tomillo, pero hay muy pocas que al final de esa lucha huelan tan profunda y limpiamente como ésta… (Y me entregó uno de los varios tomillos que llevaba en la mano)». Reflexión de Miguel Hernández caminando por Vallecas recordada por Alberto en Moscú, durante un homenaje al poeta oriolano. [ 1 ]

Hacia Madrid se abre la maravilla desnuda, sin Dios, árbol o nube: La pureza: Castilla; que desata la distancia amarilla en los campos y agranda la torreta marrón en la distancia. Habló de Vallecas con sus campos baldíos, y de un «Cerro Testigo» de mil recuerdos míos, de trenes en el desierto, de campos llanos donde los hombres abren sus pechos al frío.

Esta es la orden, Sancho Nadie se va de aquí. Hasta que un día (¡un buen día!) el casco de Mambrino -halo ahora, sin casco ni cuenca- acomode las sienes de Sancho, y las tuyas, y las mías, llenas de dolor, como hechas a medida. Entonces todos iremos

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– Jozabed, que con sus ocho goles es el centrocampista más goleador de la liga, intentará dar continuidad a sus tantos en los tres últimos encuentros del Rayo (ante el Valencia CF, el RC Celta y el RC Deportivo) ante el conjunto canario.

– Las Palmas llega con la moral por las nubes después de haber conseguido una victoria en el último suspiro ante el Celta, y los isleños tratarán de repetir la hazaña para conseguir su primer triunfo a domicilio de la temporada.

– La velocidad y la astucia de Jonathan Viera -que marcó el otro gol de su equipo contra el Celta- es un ingrediente clave en el sistema de Quique Setién. Los isleños practican un fútbol rápido y fluido, un estilo que no difiere del del Rayo.

Una de las mejores maneras de pasar el tiempo en la capital española sería acercarse al Círculo de Bellas Artes para asistir a su fiesta anual de las máscaras, que forma parte de las celebraciones del Carnaval de la ciudad. Algunas de las salas más destacadas del edificio, como el Salón de Baile, la Sala de Columnas o la «Pecera», se destinarán a este espectacular evento.

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Una propuesta con orgullo de barrio. Porque queremos que la Cultura irrumpa con fuerza después de mucho tiempo de aforo reducido; en uno de los barrios más tradicionales de Madrid. Santo y seña de muchos de esos artistas que tienen aquí su residencia o la tuvieron hace tiempo. Porque la Villa de Vallecas siempre ha recibido, con los brazos abiertos, a todos los que han venido de fuera.

Un flamenco que no es ajeno a nuevos caminos, muchos caminos; donde la electricidad vendrá de guitarras y amplificadores, pero también de zapateados, falsetas, giroscopios y poemas. Y todo desde un barrio, para generar nuevos públicos, más allá de la fidelidad de los aficionados o el lógico entusiasmo de los turistas. Para ampliar su espectro fuera de los grandes teatros y tablaos, a menudo situados en el centro de Madrid.

Que el flamenco, vuelva a ser una necesidad presente en la calle. Que la necesidad de asistir a los conciertos nos contagie. La experiencia compartida que mejor representa el valor del colectivo para salir adelante en tiempos difíciles.

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