Fotos de higromas en perros
Un higroma es una hinchazón llena de líquido que suele aparecer en una zona ósea del cuerpo del perro, sobre todo en los codos. Aunque los higromas no suelen ser dolorosos para los perros, pueden provocar una infección y no deben dejarse sin tratar.
Los higromas de codo suelen confundirse con tumores. Los higromas son bolsas llenas de líquido que sobresalen de la piel y suelen tener una forma algo redonda. Pueden ser pequeños y sutiles o tan grandes como una manzana en forma y tamaño.
Los higromas suelen encontrarse en las partes óseas del cuerpo del perro, como los codos o los huesos de la silla, ya que son puntos de alta presión. Si observa una hinchazón en esta zona del cuerpo de su perro, es muy probable que se trate de un higroma. Cada vez que note algo inusual en su mascota, siempre es mejor que su veterinario lo revise.
La VCA explica que los higromas de codo se forman cuando el codo sufre un traumatismo. Si el codo se golpea o se da un golpe demasiado fuerte, el tejido del perro puede inflamarse mientras su cuerpo trabaja para amortiguar la zona lesionada. Es lo mismo que nos ocurre a los humanos cuando nos golpeamos las extremidades contra una superficie dura.
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Un higroma es una falsa bursa, que es una hinchazón no dolorosa, llena de líquido y rodeada por una cápsula gruesa y fibrosa que se desarrolla bajo la piel. Los higromas se desarrollan con mayor frecuencia en la parte exterior del codo. También pueden aparecer en la cadera y el corvejón. Los higromas son inicialmente pequeños, blandos y fluctuantes y no suponen un problema para el perro. Pueden estar presentes durante toda la vida del perro. En algunos casos, pueden llegar a ser bastante grandes, de hasta 5 cm de diámetro, o muy duros. Los higromas pueden infectarse, en cuyo caso son dolorosos, a veces calientes al tacto, y pueden desarrollar vías de drenaje.
Un higroma está causado por un traumatismo repetido en una zona sobre una prominencia ósea. El traumatismo se produce con mayor frecuencia como resultado de acostarse sobre superficies duras, como el cemento o los suelos de madera. Es más frecuente en los perros de razas grandes, en los que se coloca más peso en la zona ósea que está en contacto con la superficie dura. Los higromas también son más comunes en perros sedentarios, como los que se recuperan de una operación o tienen otras afecciones médicas que les hacen menos activos (por ejemplo, displasia de cadera).
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Los higromas en los perros se forman en respuesta a un traumatismo por presión repetida en la piel, la fascia (tejido conectivo bajo la piel) y el músculo que recubre una prominencia ósea. Cuando las partes del cuerpo están sometidas a una presión repetida, el cuerpo responde creando una respuesta inflamatoria protectora que crea una especie de «almohada» para amortiguar el cuerpo.
Los higromas suelen aparecer en perros grandes o con sobrepeso que se acuestan constantemente sobre superficies duras, como hormigón o baldosas. Si el perro sigue tumbado sobre superficies duras, el higroma aumentará de tamaño y podrá desarrollar complicaciones secundarias.
Los callos suelen desarrollarse en la misma zona que los higromas y pueden confundirse con un higroma. La diferencia entre ambos es que los higromas desarrollan hinchazones bajo la piel y pueden no causar la pérdida de pelo, pero los callos se desarrollan en la piel, y se caracterizan por una piel engrosada y gris y por la pérdida de pelo.
Los higromas se diagnostican mediante el historial de tumbarse sobre superficies duras y los resultados del examen físico. El veterinario también puede recomendar pruebas de laboratorio, como un aspirado con aguja fina de la inflamación de la piel para descartar otras afecciones, como tumores o infecciones de la piel.
Fotos del higroma del codo del perro
El higroma del codo es una enfermedad que afecta principalmente a los perros grandes de pelo corto, como los gran daneses, los galgos y los dálmatas. En los perros con higroma de codo, aparece un saco lleno de líquido en uno o ambos codos de los perros. En casos más raros, los higromas pueden desarrollarse en el corvejón. En muchos casos, los higromas de codo no causan dolor ni dificultades. Sin embargo, pueden infectarse, lo que puede ser doloroso para el perro y requiere tratamiento. Otros animales susceptibles de desarrollar higromas son los perros poco activos o que se están recuperando de una enfermedad o lesión.
Los higromas se desarrollan debido a los traumatismos recurrentes que sufre el perro en el codo. Por ejemplo, el hecho de apoyarse constantemente sobre madera, cemento u otras superficies duras puede provocar tensión en la articulación y causar higromas. Esta afección afecta sobre todo a los perros grandes, ya que el peso de las articulaciones del codo es mayor cuando están tumbados.
En algunos casos, vendar los codos de un perro puede ayudar a evitar que los higromas empeoren. Los vendajes impiden el contacto con superficies duras y, a su vez, evitan los problemas causados por el higroma. Además, algunos productos como el protector canino para codos o el protector canino para rodillas evitarán que el higroma tenga un contacto adicional con el suelo duro. Pregunte a su veterinario cómo puede ayudar a su perro.