Qué hace el estribo en la oreja
El estribo es un hueso del oído medio del ser humano y de otros animales que interviene en la conducción de las vibraciones sonoras hacia el oído interno. Este hueso está conectado a la ventana oval por su ligamento anular, que permite al estribo transmitir la energía sonora a través de la ventana oval hasta el oído interno. El estribo es el hueso más pequeño y ligero del cuerpo humano, y se llama así por su parecido con un estribo (latín: Stapes).
El estribo es el tercer hueso de los tres huesecillos del oído medio y el más pequeño del cuerpo humano. Mide aproximadamente de 2 a 3 mm, más a lo largo de la extensión de la base de la cabeza[1]. Descansa sobre la ventana oval, a la que está unido por un ligamento anular y se articula con el yunque o yunque a través de la articulación incudotapedial[2]. Están unidos por los miembros anteriores y posteriores (latín: crura)[3]: 862
El estribo se desarrolla a partir del segundo arco faríngeo durante la sexta a octava semana de vida embriológica. La cavidad central del estribo, el agujero obturador, se debe a la presencia embriológica de la arteria estapedial, que suele retroceder en el ser humano durante el desarrollo normal[2][4].
Cuál es la función del martillo, el yunque y el estribo
Los huesecillos (también llamados huesecillos auditivos) son tres huesos situados en cualquiera de los dos oídos medios que se encuentran entre los más pequeños del cuerpo humano. Sirven para transmitir los sonidos del aire al laberinto lleno de líquido (cóclea). La ausencia de los huesecillos auditivos constituiría una pérdida de audición de moderada a grave. El término «huesecillo» significa literalmente «hueso pequeño». Aunque el término puede referirse a cualquier hueso pequeño de todo el cuerpo, normalmente se refiere al martillo, el yunque y el estribo del oído medio.
Los estudios han demostrado que los huesos del oído en los embriones de mamíferos están unidos a la dentaria, que forma parte de la mandíbula inferior. Se trata de porciones osificadas de cartílago -llamado cartílago de Meckel- que están unidas a la mandíbula. A medida que el embrión se desarrolla, el cartílago se endurece para formar hueso. Más adelante en el desarrollo, la estructura ósea se desprende de la mandíbula y migra a la zona del oído interno. Esta estructura se conoce como oído medio y está formada por el estribo, el yunque, el martillo y la membrana timpánica. Éstas se corresponden con las estructuras columela, cuadrada, articular y angular de la mandíbula de anfibios, aves o reptiles[2].
Qué son el martillo, el yunque y el estribo quizlet
El martillo, el yunque y el estribo -también conocidos como martillo, yunque y estribo, respectivamente, y colectivamente, como «huesecillos del oído medio»- son los huesos más pequeños del cuerpo humano. Se encuentran en el oído medio y forman parte del sistema auditivo entre el tímpano y la cóclea (el conducto en forma de espiral que alberga las células ciliadas que participan en la transmisión del sonido al cerebro). Para entender el papel de estos huesos en la audición es necesario comprender las palancas. Esto se debe a que los huesecillos del oído medio están dispuestos e interactúan entre sí como un sistema de palancas.
Todas las palancas generan una ventaja mecánica. Sirven para ejercer una gran fuerza sobre una pequeña distancia en un extremo de la palanca aplicando una fuerza menor sobre una distancia mayor en el extremo opuesto. La capacidad de palanca de los huesecillos del oído medio es necesaria para generar las grandes fuerzas que nos permiten oír.
Como animales terrestres, vivimos en un entorno gaseoso. Sin embargo, nuestro oído interno está lleno de líquido, y esto representa un problema. Como ejemplo, la mayoría de la gente conoce de primera mano la audición bajo el agua. Si alguien te grita desde la superficie del agua, los sonidos son tremendamente apagados, lo que dificulta la comprensión o incluso la audición. Esto se debe simplemente a que la mayor parte del sonido se refleja en la superficie del agua.
Oreja de yunque
Otoesclerosis es un término derivado de oto, que significa «del oído», y esclerosis, que significa «endurecimiento anormal del tejido corporal». Esta enfermedad está causada por una remodelación ósea anormal en el oído medio. La remodelación ósea es un proceso que dura toda la vida y en el que el tejido óseo se renueva sustituyendo el tejido viejo por el nuevo. En la otoesclerosis, la remodelación anormal interrumpe la capacidad del sonido para viajar desde el oído medio hasta el oído interno. La otosclerosis afecta a más de tres millones de estadounidenses. Se cree que muchos casos de otoesclerosis son hereditarios. Las mujeres blancas de mediana edad son las más expuestas.
Las ondas sonoras entrantes hacen vibrar el tímpano, y las vibraciones viajan hasta tres pequeños huesos del oído medio denominados martillo, yunque y estribo -los nombres latinos de martillo, yunque y estribo-.
Los huesos del oído medio amplifican las vibraciones sonoras y las envían a la cóclea, una estructura llena de líquido con forma de caracol, situada en el oído interno. Las partes superior e inferior de la cóclea están separadas por una membrana «basilar» elástica que sirve de base, o suelo, sobre la que se asientan las principales estructuras auditivas.