Tdah mal diagnosticado

Condiciones que imitan el TDAH en adultos

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad, o TDAH, es muy común: según las estadísticas más recientes, uno de cada 10 niños de entre 4 y 17 años ha sido diagnosticado con este problema. Así que no es de extrañar que cuando los padres notan que su hijo tiene problemas de concentración, es más activo o impulsivo que otros niños y tiene problemas en la escuela, piensen que su hijo podría tener TDAH.

Pero el TDAH no es el único problema que puede hacer que un niño tenga problemas de concentración, comportamiento o rendimiento escolar. En realidad, hay muchos problemas que pueden causar síntomas que imitan el TDAH, por lo que es muy importante hacer una evaluación cuidadosa antes de dar ese diagnóstico. Aquí hay cinco problemas comunes en los que los padres y los médicos deberían pensar siempre:

1.    Problemas de audición. Si no se oye bien, es difícil prestar atención y es fácil distraerse. Ahora que cada vez más recién nacidos se someten a pruebas de detección de problemas auditivos antes de salir del hospital, podemos detectar más casos de forma precoz, pero algunos se escapan, y los niños también pueden desarrollar problemas de audición por padecer muchas infecciones de oído. Cualquier niño con problemas de comportamiento o de aprendizaje debería someterse a una prueba de audición para asegurarse de que su audición es normal.

Diagnóstico erróneo de adhd por autismo

¿Su hija parece tener una energía ilimitada, corriendo en círculos alrededor de todos sus compañeros? ¿O parece que a su hijo le cuesta concentrarse en clase y saca peores notas de las esperadas? Es difícil para un padre saber si estos comportamientos son síntomas de TDAH o simplemente niños que son niños. Obtener un diagnóstico preciso de TDAH para su hijo por parte de un profesional de la salud mental podría significar la diferencia entre simplemente salir adelante y crecer con confianza.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es un trastorno del neurodesarrollo «caracterizado por un patrón de comportamiento, presente en múltiples entornos (por ejemplo, la escuela y el hogar), que puede dar lugar a problemas de rendimiento en entornos sociales, educativos o laborales», según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). Estos patrones de comportamiento se dividen en inatención o hiperactividad-impulsividad e incluyen síntomas que van desde no escuchar o seguir instrucciones hasta estar inquieto o hablar en exceso.

Efectos del diagnóstico erróneo del TDAH

Los efectos de las adversidades severas en la primera infancia son cada vez más etiquetados erróneamente como trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) por los profesionales médicos. Aunque el número de niños diagnosticados erróneamente con TDAH cada año sigue sin estar claro, un estudio de 2010 de la Universidad Estatal de Michigan estimó que la cifra superaba el millón (Elder, 2010). Según la Dra. Nicole Brown, pediatra de la Universidad Johns Hopkins, los niños procedentes de vecindarios que experimentaban estresores crónicos y frecuentes actos de violencia tenían más probabilidades de recibir un diagnóstico de TDAH que los niños de entornos más regulados. Los que experimentaron altos niveles de abuso de sustancias en la familia, violencia o divorcio también corren este riesgo. Y los niños que sufrieron cuatro o más acontecimientos vitales adversos (abuso, agresión sexual, abandono, etc.) en la primera infancia tienen tres veces más probabilidades de que se les prescriba medicación para el TDAH (Brown et al., 2014).

En el aula, en el entorno social y en el hogar, los profesores describen a estos niños como desatentos o perturbadores y los padres los consideran difíciles de atender. Así, como presentan comportamientos que son síntomas clásicos del TDAH -hiperactividad, impulsividad e incapacidad de concentración-, los niños suelen ser etiquetados con el trastorno sin pensarlo dos veces. Sin embargo, si los profesionales de la medicina indagaran entre los padres y los niños para obtener información sobre acontecimientos traumáticos que les hayan alterado la vida antes de llegar a la conclusión de que el diagnóstico de TDAH está justificado, se reducirían en gran medida los casos de diagnóstico erróneo. Preguntar primero sobre lo que le ha pasado a un niño permite hacer un diagnóstico basado en el impacto que tienen los obstáculos específicos de la vida de un individuo en su comportamiento. Sin embargo, la presión ejercida sobre los médicos para que sean «breves y facturables» en sus interacciones con los pacientes limita el discurso que un proveedor puede tener (Brown et al., 2017).

Diagnóstico erróneo del TDAH en adultos

A veces se piensa que el TDAH está sobrediagnosticado porque los diagnósticos han aumentado con el tiempo. Podría ser cierto que algunas personas diagnosticadas no tienen realmente TDAH. Hay estudiantes universitarios que fingen el TDAH para conseguir medicamentos que les ayuden a estudiar más rápido. Hay personas con depresión, ansiedad, problemas de aprendizaje o traumas que tienen dificultades para concentrarse y mantenerse motivadas. A veces los profesionales confunden estos otros trastornos con el TDAH. Como psicólogo, sé lo difícil que puede ser hacer el diagnóstico correcto. A veces nos equivocamos.

Un diagnóstico erróneo significa que en algunas personas el TDAH se diagnostica de forma incorrecta, mientras que en otras, el TDAH se pasa por alto. Muchas personas con TDAH luchan durante años antes de recibir finalmente un diagnóstico. Los médicos suelen pasar por alto el TDAH en mujeres y niñas, adultos mayores, personas pertenecientes a minorías y personas con éxito, inteligentes o simpáticas. Para evitar que se pasen por alto los diagnósticos, los profesionales deben conocer todo el espectro de presentaciones del TDAH y asegurarse de que siguen las normas para realizar los diagnósticos del TDAH. El TDAH no tratado puede llevar a la duda y a la baja autoestima. Sin el diagnóstico y el tratamiento correctos, las personas con TDAH pueden verse impedidas de dar lo mejor de sí mismas.

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